UNIDAD I
TEMA 2. El relieve peninsular e insular (2/2)
Continuamos y finalizamos el tema del relieve que comenzamos en la sesión anterior...
Dentro vídeo:
2.1. Rasgos generales del relieve peninsular e insular
2.2 La variedad de rocas (litología) del relieve peninsular e insular
2.3. La formación del relieve: dinámica de las principales eras geológicas de la península ibérica y de las islas
2.4. Los grandes conjuntos morfoestructurales de la península y las islas
MINI RESUMEN TEMA 2_UNIDAD 1_GEOGRAFÍA
TEMA 2. El relieve peninsular e insular
2.1. Rasgos generales del relieve peninsular e insular
España tiene una altitud media de unos 660 metros. La gran meseta central ocupa un 47% del territorio español. La submeseta norte o septentrional, que equivale básicamente a la cuenca del Duero, posee una altitud media de unos 800 metros. La submeseta sur o meseta meridional tiene una altitud en torno a los 600 metros. Estos dos hechos explican, en buena medida, por qué la altitud media de nuestro país es tan elevada.
¿Cómo se forma el relieve?
Para poder familiarizarte con el relieve de España es preciso que conozcas previamente cuáles son, con carácter general, las estructuras más elementales que componen el mismo.
La estructura se define como la forma en la que se dispone el relieve, así como los materiales que lo componen. Los tipos de estructuras más importantes son los siguientes:
· Las horizontales, como son las grandes cuencas sedimentarias, las campiñas, los páramos, las mesas, etc.
· Las inclinadas, como son los relieves en cuesta típicos de la meseta.
· Las plegadas, sobre materiales blandos, que dan lugar a relieves conocidos con nombres muy característicos, como el jurásico o el apalachense.
· Las falladas, cuando los materiales sobre los que tienen lugar son muy duros, y por tanto no se pliegan. Es el caso de los relieves con bloques levantados o horsts, y los relieves con bloques hundidos o fosas.
2.2 La variedad de rocas (litología) del relieve peninsular e insular
Los materiales y la litología: silicatos, calizas, arcillas y rocas volcánicas.
En España existen cuatro grandes tipos de materiales litológicos.
· La España silícea: Está compuesta por materiales muy antiguos que son en general de una gran dureza. Es el caso del granito, la pizarra, el gneis, el cuarzo y otras rocas de una gran antigüedad. Se sitúan en la vertiente occidental de la península (Galicia, sistema Central, Montes de Toledo, Sierra Morena, etc.).
· La España caliza: Son materiales de origen sedimentario, que posteriormente se han visto plegados y se han endurecido mediante la acción de elementos externos. En ellos predominan materiales como la propia caliza, fundamentalmente, pero también se incluyen en este apartado otros como las margas, las areniscas o los yesos. Aparecen en zonas como los Pirineos, el sistema Ibérico o los sistemas Béticos, dando lugar a una forma característica que se conoce como la Z invertida.
· La España arcillosa: Los materiales que la componen son recientes y son muy blandos y moldeables. Generalmente se encuentran en las cuencas de los ríos donde se depositan mediante arrastre y sedimentación. Es el caso de las cuencas del Duero, el Guadalquivir o el Ebro, aunque se pueden encontrar también en las llanuras costeras, como sucede en la Levantina.
· La España volcánica: En cuanto a extensión, es la menos representativa de todas ellas. No obstante, existen lugares en los que se encuentra este tipo de material, por ejemplo en el Cabo de Gata en Almería, el Campo de Calatrava en Ciudad Real u Olot en Gerona. Sin embargo, el territorio con materiales volcánicos más representativo es sin duda el de las islas Canarias.
2.3. La formación del relieve: dinámica de las principales eras geológicas de la península ibérica y de las islas
La lenta evolución del relieve.
La Tierra, el planeta en el que vivimos, tiene una gran antigüedad. Los geólogos calculan que debe ser superior a los 4.000 millones de años. Es difícil hacerse una idea desde nuestra escala temporal cuánto tiempo supone esa cantidad, pero basta decir en este caso que es muy antigua.
En el caso de España, los materiales más viejos superan los mil millones de años y pertenecen a la era Arcaica, también conocida como Precámbrica, aunque las estructuras más antiguas que hoy conservamos no aparecen hasta la llamada era Primaria.
Para sintetizar este proceso y resumir las etapas básicas del mismo, dividimos la historia geológica de la Tierra en cinco grandes etapas. Son las siguientes.
· Arcaica o Precámbrica, que tuvo lugar entre hace 4.000 y 600 millones de años aproximadamente. De ella quedan materiales metamórficos de gran dureza, sobre todo en el macizo Galaico y Sierra Morena.
· Primaria o Paleozoico, que se desarrolla entre hace 600 y unos 250 millones de años. En ella tiene lugar la orogenia Herciniana durante la que se consolida la formación del zócalo ibérico de la meseta y la mayor parte de las cordilleras y sistemas que la rodean.
· Secundaria o Mesozoico, cuya duración transcurre entre unos 250 y 65 millones de años. Se trata de un período de erosión y sedimentación sin grandes movimientos orogénicos. Durante el mismo, el zócalo de la meseta queda arrasado adoptando, a grandes rasgos, la forma suave que presenta hoy día.
· Terciario o Cenozoico, desde hace 65 hasta hace 2 millones de años. En este momento se produce la orogenia alpina, durante la cual se consolidan las unidades más elevadas de la península como los sistemas Béticos y los Pirineos, además de remodelar a las restantes unidades.
· Cuaternaria, dividida entre Pleistoceno y Holoceno. Es una etapa que desde un punto de vista geológico apenas difiere del Terciario, pero durante los dos últimos millones de años se ha consolidado tanto el relieve de las depresiones, como sobre todo la línea de costa.
2.4. Los grandes conjuntos morfoestructurales de la península y las islas
Las grandes unidades morfoestructurales del relieve español.
Para analizar cómo es el relieve de España es preciso conocer cuáles son los materiales que lo componen, en qué momento se han formado o cómo son los principales ejemplos de modelado.
Una vez que ya hemos analizado previamente todas estas características, es necesario que demos ya un paso más y conozcamos de qué forma se disponen las grandes unidades que configuran el relieve.
Para simplificar esta cuestión, es preciso hacer en primer lugar una división del mismo en grandes bloques que permitan conocerlo con mayor facilidad.
Por eso, habitualmente, se distinguen cuatro grandes apartados. Son los siguientes:
· La gran meseta central, que al ocupar el centro de la península estructura y dispone la forma del resto del relieve peninsular.
· Las cordilleras circundantes, que son los rebordes de la meseta. En ellas distinguimos el macizo Galaico, los Montes de León, la cordillera cantábrica, el sistema Ibérico y Sierra Morena.
· Las unidades exteriores o periféricas, que se pueden subdividir en grandes arcos montañosos, como los Pirineos y los sistemas Béticos, y depresiones interiores, entre las que destacan la del valle del río Guadalquivir y la del valle del río Ebro.
· Los archipiélagos balear y canario, así como las otras unidades ajenas a la meseta, bien sean las islas del mar de Alborán o bien las ciudades autónomas del norte de África.
Como puedes comprobar, el relieve de España en general y el relieve peninsular en particular, no es en modo alguno homogéneo, por el contrario, existen en él una gran cantidad de accidentes que hacen de nuestro país un conjunto bastante complejo a la hora de analizar las principales unidades que lo componen.
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